“Somos todas”, dice María Fornet. Y yo lo creo profundamente. No somos seres estables. No
estamos fijos. Estamos hechos de capas, de historias, de versiones que se contradicen y
también se abrazan.

Identidad es una obra que quise crear desde ese caos hermoso que es ser humano. Mezclé en
ella todas mis versiones: la que fui, la que ya no soy, la que estoy intentando ser. Es un
homenaje a todo lo que nos ha traído hasta aquí. A lo que hemos tenido que dejar atrás, y a lo
que aún no nos atrevemos a imaginar.

Esta obra no pretende definirnos, sino recordarnos que podemos cambiarnos la piel cuantas
veces haga falta. Que sí, hay que enraizarnos en la vida, hay que definirnos a veces para
sostenernos... pero también hay que darnos permiso de desdibujarnos, de reinventarnos, de
volver a elegir.

Y esto aplica para todos los tipos de identidad: desde nombrarnos como ellas, ellos o elles,
hasta decidir si somos artistas, músicos, ingenieras, bailarines o algo completamente nuevo. El
punto no es etiquetarnos para siempre. El punto es que cada quien pueda elegir cómo quiere
ser llamado, cómo quiere vivir, desde la autenticidad y no desde la exigencia externa.

Porque ahí, justo ahí donde dejamos de obedecer al “deber ser” y nos permitimos ser otra,
otros, otres... es donde habita la verdadera libertad.

Identidad es una afirmación de eso: que nadie nos puede encerrar en una sola versión. Que
estamos en constante creación. Que ser mutable no es confusión: es poder.
 
 
88x88cm
Pluma y acuarela sobre fabriano
2023